Haz que éste sea el día en el cual empieces a vivir en plenitud
Haz que éste sea el día en el cual des pasos reales y concretos
en dirección a concretar tu mejor potencial.
Haz que éste sea el día en el cual experimentes más
plenamente que nunca antes, cuán maravillosamente bien se siente marcar una
verdadera diferencia.
Haz que éste sea el día en el que te comprometas a poner en juego
todas tus capacidades, intereses y recursos para producir una verdadera
contribución a la vida, real y perdurable.
Haz que éste sea el día en el cual te topes con una manera única
y valiosa de manifestar la hermosa y auténtica persona que tú eres.
Haz que éste sea el día en el cual sinceramente puedas ver y
reconocer la profunda belleza que yace en cada pequeño detalle de la vida.
Haz que este sea el día en el cual dejes de lado todas las actitudes
negativas, inútiles y destructivas que durante tanto tiempo creías que necesitabas.
Haz que éste sea el día en el cual hagas conexión con la fuerza de tu
verdadera intención, sincera y positiva.
Haz que éste sea el día en el cual te eleves por encima de las mezquindades
y trivialidades que sólo intentan ahogarte en un
mar de sinsentidos.
Haz que éste sea el día en el cual abras tus ojos a las inmensas y brillantes
oportunidades que tu vida representa.
Todo hasta este punto ha servido de perfecta preparación para el día que
ahora tienes en tus manos.
Haz que éste sea el día en el cual harás que todo eso cobre sentido,
para encaminarte hacia algo verdaderamente maravilloso.
La vida es buena. Las oportunidades de experimentar alegría y una plenitud verdadera
son más aún que nunca antes.
Estar vivo, en este día, en este lugar, con las cosas tal cual son, es maravilloso.
Y el hecho de que tú seas tú, con tus dones únicos y valiosos
para que los pongas en juego a cada momento, es una verdadera bendición.
Aprovechar al máximo este hermoso instante es de verdad muy simple.
Tan sólo permite que el auténtico sentido que guía tus pasos y
vive dentro de ti, pueda expresarse a través de tus pensamientos, palabras y acciones.
Seguro, en este mundo en el que nos toca vivir hay problemas
complicados y desafíos formidables. Y sin embargo, hasta los
desafíos y las dificultades, con el tiempo, aportarán algo de valor a la vida.
Porque al enfrentar esos desafíos aprendes, creces, creas
y descubres nuevas y maravillosas oportunidades.
Cuando la vida te obliga a dar lo mejor de ti, terminas siendo
una mejor persona, más fuerte, con mayor capacidad para vivir con riqueza y alegría.
La vida es hermosa ahora mismo, tal como es. Y lo que es mejor aún, es
que tú puedes hacer que sea más hermosa todavía.
Gabriel Sandler
DIEZ COMPROMISOS CON EL EXITO
1) Nunca más vuelvas a compadecerte de ti mismo, ni a menospreciarte.
2) Nunca más vuelvas a saludar el amanecer sin una meta.
3) Baña siempre tus días en el dorado resplandor del entusiasmo.
4) Nunca más vuelvas a ser descortés con ningún ser viviente.
5) Busca siempre la semilla del triunfo en las adversidades.
6) Desempeña las tareas en la mejor forma en que puedas hacerlo.
7) Pon todo tu ser, en todo lo que hagas.8) Ve hacia las oportunidades,
no esperes solamente que ellas vengan a ti.
9) Examina cada noche, los hechos del día.
10) Mantente siempre en contacto con tu Creador a través de la Oración.
Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía cinco o seis años, pregunté a algún maestro, a mi padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño". Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvía a probar, y también al otro y al que seguía... hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso no escapa porque cree que no puede. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquélla impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... Jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez... Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos hacer" simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y nunca podré", perdiendo una de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: la fe.
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