Niñez real: cómo viven y se
El “baby boom” de la monarquía europea parece ser selectivo. Es que los palacios de Suecia, Bélgica, España y Holanda están llenos de princesitas pero no de principitos. Sin ir más lejos, Victoria de Suecia dio a luz el mes pasado a su primera hija, Estelle.
Los borbones tienen dos hijas: la infanta Leonor y la infanta Sofía, de 5 y 7 años. Estas dos mini-princesas casi no tienen tiempo de ocio. “Doña Letizia” las hace aprender seis idiomas: catalán, gallego vasco, inglés y chino. En el hogar, Letizia es de lo más estricta: a sus hijas no les permite comer dulces durante la semana y tampoco se las permite llorar en público o aceptar regalos.
En Holanda, Catharina-Amalia, Alexia y Ariane van a un colegio público, el Bloemcamp. Las chicas tienen 9, 7 y 5 años. Suelen pasar sus vacaciones en Argentina. Máxima se encarga de hablarles en español para que aprendan su lengua materna desde pequeñas.
En Bélgica y Dinamarca, la descendencia está repartida de manera más equitativa entre hombres y mujeres. María de Dinamarca y Matilde de Bélgica tienen cuatro niños cada una, dos mujeres y dos hombres. Sin embargo, mientras en Dinamarca el heredero al trono es el príncipe Christian, Bélgica tiene como heredera a una niña, la princesa Elisabeth.
Por último, Mónaco también tiene a su propia princesita. Alejandra de Hannover tiene 12 años y es la única hija de Ernesto Hannover y Carolina de Mónaco. Alejandra disfruta mucho de la moda, al igual que su hermana Charlotte, y su madre suele llevarla a los desfiles más top. Pero el heredero saldrá de la descendencia de Alberto de Mónaco y su esposa. ¿Será varón, será mujer? (si es que deciden tener hijos)
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