El cuarto de baño necesita recibir una limpieza minuciosa. Por eso le brindamos aquí cinco trucos muy útiles para que todo quede como nuevo.
Los azulejos se limpian mejor con una mezcla de agua, amoniaco y alcohol de quemar en partes iguales. Lave por zonas y seque con un paño limpio.
El moho y los hongos que se forman en las juntas de los azulejos desaparecen con lavandinas y un cepillito para uñas. El secreto de esta tarea es enjuagar muy bien, luego de aplicar la lavandina, porque de lo contrario los hongos vuelven a formase. Trabaje con guantes de goma.
La mejor manera de limpiar bañeras percudidas es dejarlas toda la noche llenas de agua jabonosa y amoniaco. Limpie en forma habitual al día siguiente.
Las mamparas de vidrio deben limpiarse periódicamente con limpiavidrios para evitar que se marquen las gotas de agua. Páselo una vez que las haya lavado bien con agua jabonosa.
Las hormigas, aunque parezca increíble, no son habitantes exclusivos de la cocina, suelen visitar también los baños. Coloque algún insecticida no toxico en los rincones, una vez al mes y periódicamente ponga en las cañerías algún producto específico para evitar que se tapen.
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