EL CLIMA

domingo, 22 de enero de 2012

La esperanza nunca se pierde.



Que la llama de la esperanza arda en tu corazon amado lector, y que te animes mediante ella, a levantar la cabeza de aquellos que no ven el camino, que no aciertan con la puerta, que caminan en una baldosa, y no saben que se estan perdiendo una vida fabulosa por delante, y que solo cambiando de actitud y pensamiento, lo podran lograr.
Emprender por ejemplo, es un buen metodo, comenzar con algo, aunque sea con un curso, estar en contacto con organizaciones espirituales fuertes que rescaten el valor de los sentimientos y que fortalezcan el alma y el pensamiento.
Otro metodo es hacer, ver alli donde esta la necesidad, y si se puede, dentro de las posibilidades, hacer algo.
Se viene un año interesante para los logros, pero dejemos que estos logros personales, se extiendan tambien en manos abiertas, que lleguen alli, donde el corazon angustiado parece decir basta, pero sin embargo, es posible que alli, en ese limite, tenga la posibilidad de empezar una nueva ruta.

besooos LC.



Esta es la historia de cuatro velas que lentamente se quemaban en una pequeña habitación. El lugar era tan silencioso que hasta se podía escuchar la conversación que mantenían entre ellas.

La primera de las velas dijo: YO SOY LA PAZ, pero lamentablemente las personas no consiguen mantenerme encendida. No sé cuánto tiempo más me mantendré iluminando hasta que me apague – fue terminar de decir eso y dejo de alumbrar.

La segunda dijo: YO ME LLAMO FE, lamentablemente mi llama es muy superflua. Son pocos los que quieren saber de mí, no encuentro sentido para permanecer encendida. Fue terminar de hablar y la suave brisa que corría por la habitación la apagó.

Muy triste la tercera de las velas dijo: YO SOY EL AMOR, no tengo más fuerza para seguir iluminando, nadie me aprecia y todos me hacen a un lado. La gente hasta se olvida de su círculo más cercano e incluso los que han recibido mucho de mí, me dan la espalda. Y sin más se apagó.

De pronto entro en la habitación un niño y al ver las tres velas apagadas dijo: ¿QUE ES ESTO? Por favor ustedes deben estar encendidas hasta el final – y se echo a llorar.

No tengas miedo – dijo la última de las velas que permanecía intacta – Mientras yo tenga fuego podremos encender a las demás. YO SOY LA ESPERANZA. El niño con los ojos todavía llorosos, tomo la vela y encendió a las demás.

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