Una galería de exposición de libros, objetos exóticos, colecciones de curiosidades o hasta una biblioteca, los pasillos tienen varias alternativas para dejar de ser un espacio frío e impersonal.
Cada uno tiene algo que resaltar.
Existen distintos tipos de pasillos, cortos y estrechos, cortos y anchos, estrechos y largos, largos y anchos, con ventanas y sin ellas o de techo alto, entre otras cosas. Todos tienen su gracia si se acierta en la decoración. De ahí la importancia de analizarlos antes de decorarlos.
Según los interioristas, su estructura mostrará “el alma” del pasillo, una vez descubierta hay que saber resaltarla y elegir los elementos más apropiados para aprovechar al máximo este espacio.
Pasillos cortos y estrechos. Si cuenta con muchas puertas, una solución puede ser colocar armarios entre puerta y puerta. Para no sobrecargar la zona se recomienda que tengan un ancho de 25 centímetros y la misma altura e igual acabado que las puertas.
Las perchas pueden colgarse de cara, mediante una barra que salga hacia fuera para facilitar su uso. Las paredes que queden libres pueden cubrirse de espejos para ampliar visualmente la zona.
Corredores estrechos y largos. Conviene romper la línea horizontal. Puede hacerlo empleando un pavimento diferente en el fondo, de forma que se creen dos zonas óptimamente distintas.
También, puede dividir el espacio en dos zonas con unas puertas abatibles no muy altas, ponerlas enteras no es aconsejable porque añadiría más agobio al conjunto.
Estrechos y anchos. Puedes convertirlos en biblioteca. Si este pasillo; además, tiene ventanas, haga trabajar su imaginación pues tiene varias posibilidades para aprovechar.
Puedes instalar un despacho de trabajo, colocando una estantería y un escritorio que no destaquen y se pierdan entre la decoración del conjunto. También es posible crear un saloncito particular para oír música y leer.
Hay que identificar 'el alma' del pasillo Para luego elegir los elementos que resaltarán este espacio.
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