Ochi chernye
Ochi Chernye, Otchi Tchornia, Ojos Negros, Black Eyes, Dark Eyes, Les Yeux Noirs, Schwarze Augen, o como quieran llamarla, fue una canción que se escuchó en muchas partes del mundo, desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Fue muy popular en los países latinos, tanto en sus versiones en inglés "Dark Eyes", como en castellano "Ojos Negros". Por supuesto que actualmente hay cientos de canciones que se llaman "Ojos Negros", como las que cantan Olga Tañón o Ricardo Montaner, o también los tangos, rancheras, boleros, rumbas y congas, con ese mismo nombre, pero ninguna de ellas tiene nada que ver con la canción rusa "Ochi Chernye".
Evgenii Grebenka
El origen de Ochi Chernya es controversial. El poema original en ruso fue escrito en 1843 por Evgenii Grebenka, y como canción, es posible que haya sido tocada en 1884, aunque no existe una copia de esa fecha. La primera versión en pentagrama parece ser la escrita por A. Gutheil en Moscú en el año 1897. Pero eso no es todo...
Ochi ch‘rnye (versos) por E.P. Grebenka (1843)
Ochi ch‘rnye, ochi strastnye,
Ochi zhguchie i prekrasnye.
Kak lyublyu ya vas,
Kak boyus' ya vas,
Znat' uvidel vas ya ne v dobryj chas.
Skatert' belaya zalita vinom.
Vse gusary spyat besprobudnym snom,
Lish' odin ne spit, p'‘t shampanskoe
Za ochi ch‘rnye, za tsyganskie.
Ne vidal by vas, ne stradal by tak,
Ya by prozhil zhizn' ulybayuchis'.
Vy sgubili menya ochi ch‘rnye,
Unesli navek mo‘ schast'e.
Florian Hoffman
Un tal Profesor Tom Burman experto en romanticismo ruso, dice que el autor es Florian Hoffman, un alemán muy identificado con Rusia, quien la escribió como un vals para piano y violín.
Sindo Garay
Los cubanos también reclaman la autoría, como perteneciente al compositor cubano Sindo Garay (1867-1968), que la escribió para su novia Úrsula y la interpretó en un teatro. Según se dice, un grupo de cantantes rusas e italianas escucharon la canción y se llevaron la melodía a Rusia. Como no comprendían los versos, dicen que algún compositor ruso le escribió la letra y se apropió de la canción. En el documental de tres horas "Roots of Rhythm" (1994), por Desi Arnaz y Harry Belafonte, hay muchos pies de películas antiguas sobre música afrocubana. Uno de los clips es de una entrevista de Harry Belafonte al maestro Sindo Garay, en Cuba, donde el compositor explica lo que pasó con su canción "Ojos Negros" y las razones por las qué no reclamó los derechos de autor.
Ernesto lecuona
El famoso maestro cubano Ernesto Lecuona, con su legendaria orquesta la "Lecuona Cuban Boys", interpretaba "Ojos Negros", desde comienzos de los años 30, hasta después de la guerra, en todos los países de Europa, Norte, Centro y Sur América. En los países latinoamericanos, muchas orquestas y cantantes interpretaban la canción probablemente popularizada por el maestro Lecuona.
Dark Eyes
"Dark Eyes" fue super famosa en Estados Unidos. También se escucha en la película de 1940 "The Shop Around The Corner" con Margaret Sullivan y James Stewart. Pero en general llegó a repetirse tanto en los cabarets de Estados Unidos, que cuando la anunciaban, se escuchaba como un murmullo "Oh, nooo". Las más escuchadas eran las versiones de Tommy Dorsey, Harry James, Benny Goodman y muchos más.
Versiones latinoamericanas
En algunos países de Latinoamérica hasta en los años 50 y 60 se solía utilizar, en programas radiales, la versión en castellano "Ojos Negros" y en audiciones cómicas de teatro y radio la parodia cantada con el mismo ritmo: "Ochichornia... Ocho y cuarto... Ocho y media..."
Versiones modernas
Pero, no piensen que ya se olvidó, entre otros, el gran director de orquesta Andre Rieu la suele interpretar en sus presentaciones.
Guerra Psicológica
Durante la guerra, en el Frente del Este, fue usada como método para bajar la moral del enemigo. Se puede uno imaginar el efecto que tendría esa música con la versión intimidante de Serge Jaroff (ya famoso en Rusia en los años 30 y 40), o triste de Rada y Nikolai Volchaninov, seguida de los "Organos de Stalin", los temidos cohetes Katiusha (más por el ruido que por el daño), y las granadas de artillería, durante varias horas.
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