EL CLIMA

martes, 5 de julio de 2011

CLARINETE





CLARINETE

CLARINETE UN POCO DE HISTORIA
Los nombres de Lefévre, Klosé y Carl Baermann se han convertido en íconos en el mundo de la enseñanza clarinetística, ya que los métodos que escribieron, durante la primera mitad del siglo XIX, estaban tan bien fundados que aún son impresos para su uso hoy en día.

Estas tres personalidades también formaron parte en el mejoramiento del instrumento, sobre todo Klosé. Ellos no estuvieron aislados en sus ideales ya que fueron influenciados por otros músicos, maestros e inventores, cuyos nombres y contribuciones deben ser incluidos en esta historia: Beer y Tausch, los primeros virtuosos que fueron los responsables en crear una escuela de clarinete; Muller, el intrépido ejecutante viajero que inventó el instrumento de sistema simple, y Berr, profesor del Conservatorio de París, quien aportó muchas reformas en la enseñanza y dejó las bases para la técnica moderna.


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Berr y Tausch


Joseph Beer (1744-1812) y Franz Tausch (1762-1817) fueron los primeros clarinetistas importantes en el panorama musical y fueron ambos responsables por el desarrollo de un estilo de tocar distintivo. Fueron también los primeros profesores de importancia y aunque ninguno de los dos dejó un método escrito, la influencia que dejaron en sus alumnos fue profunda. El estilo de Beer, que se transformó en el estilo “frances” por su prolongada estadía en Francia en la cumbre de su carrera, era de gran sonido y estridencia. Tausch, cuyo estilo era conocido como “alemán”, agregó belleza en el sonido y detalle en la ejecución, además que alcanzó una gran maestría técnica.

Beer, durante sus primeros años en París, le enseño a Etienne Solére y Michel Yost, quienes se convirtieron en grandes intérpretes. A edad madura dejó París y mientras transitaba por Alemania, quedó tan impresionado por el estilo de tocar que se puso inmediatamente a trabajar en su propio sonido y desarrollo expresivo. Viajó luego a Rusia donde sus cualidades musicales le dieron muchos años de éxito en esas tierras. Sus últimos años los dedicó como músico de cámara del Rey de Prusia, quien lo designó maestro en la Escuela Militar de Música en Postdam. Tausch mantuvo contactos con la corte de Mannheim, Munich y Berlín. Llegó a tocar años mas tarde a dúo con Beer en alguna corte, y en 1805 fundó un Conservatorio para Intrumentos de Viento donde se educaron instrumentistas de primera clase. En los primeros años de esta escuela especializada, Heinrich Baermann se convirtió en uno de sus alumnos. Ya que Baermann había seguido clases con Beer anteriormente, ambos maestros pueden decir que son responsables por formar uno de los mas grandes clarinetistas que el mundo haya visto. El clarinetista finlandés Crusell era otro intérprete muy conocido por su calidad interpretativa, una mezcla entre el estilo francés y alemán, ya que tomó lecciones primero con Tausch y luego con el alumno de Yost, Lefévre.
El clarinete tiene su origen en un antiguo instrumento popular francés: el chalumeau (salmoé), que era un instrumento de lengüeta simple con 7 agujeros. En el siglo XVII un clarinetista alemán llamado Johann Christoph Denner le agregó una llave para el pulgar de la mano izquierda (portavoz), que permitía producir una nueva gama de sonidos, una duodécima por encima de la nota original. Esto marca el comienzo de la evolución del instrumento hasta su estado actual, en el que hay fundamentalmente dos tipos de clarinetes según el mecanismo: El sistema Boehm usado en casi toda Europa, Asia y América y el Öhler utilizado en Alemania, Austria y algunos países de ese entorno.
Igualmente el clarinete ha participado en la revolución musical que supuso, y supone, el jazz. Desde su integración incontestable en las primeras agrupaciones jazzísticas y en las big bands hasta la existencia de grandes instrumentistas de jazz que tomaron el clarinete como vehículo de expresión.

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