EL CLIMA

miércoles, 25 de mayo de 2011

CHOCO Y CHURROS






CHOCOLATE CON CHURROS

El chocolate con churros es un plato típico de la gastronomía de España difundido en países como Argentina, Chile, México, Uruguay y Venezuela desde hace más de un siglo. Se consume como desayuno a horas muy tempranas y en algunas ocasiones se sirve como merienda. Es un alimento típico de España que se toma frecuentemente durante los meses fríos de invierno. Este desayuno es un contraste de sabores equilibrado, la dulzura amarga del chocolate mezclada con los aromas salados y aceitosos del crujiente churro hacen una pareja ideal.
Desayunar con churros en
Madrid se remonta casi a comienzos del siglo XIX, es muy posible que el churro fuera dado a conocer en las ferias ambulantes que rondaban frecuentemente por la capital. Seguro que la popularidad del churro —o de su variante más grande, la porra— como desayuno fue creciendo hasta ser altamente popular debido a su bajo coste, por aquellos entonces se denominaba fruta de sartén. Por otra parte el chocolate por sí solo como bebida tiene una historia más larga, derivado del cacao originario de América donde en su momento fue moneda de uso corriente entre algunos pueblos precolombinos.
Dados estos dos elementos (chocolate y churros) se desconoce el instante exacto entre el
siglo XIX y comienzos del XX en el que se inventa esta pareja de desayuno (algunos dicen sin detalles que pudo haber nacido en torno a los años 1920), quizás la sabiduría popular fuera la que indicó de forma espontánea la idoneidad de este emparejamiento.
Se denomina chocolate con churros indicando que el
chocolate caliente (generalmente entre los 75 °C y 80 °C) se sirve en una tacita de porcelana acompañado de un plato con churros recién hechos (es habitual que una ración contenga entre seis y ocho churros dependiendo del tamaño). En algunas ocasiones se sirve con porras en lugar de churros, y esto depende fundamentalmente del gusto del comensal. Dependiendo de los recintos donde se sirve, suele acompañarse al plato de churros con un sobre con azúcar para que se espolvoree el pedido y una jarra con agua fría para apagar la repentina sed que aparece tras haber tomado este desayuno (quizás por la sal contenida en el churro).
El consumo de este plato se realiza de manera simple, se toma un churro y se moja en el chocolate caliente de la taza, en algunas ocasiones —dependiendo del gusto del comensal— se espolvorea antes el
azúcar sobre los churros. El resto de chocolate que queda tras la ingesta de los churros (ya más frío) se suele tomar bebido.
El churro se puede servir frío o caliente. Es más común que en el norte de España se sirva caliente mientras que en el sur se sirve frio.
Costumbres
Es de notar que el chocolate con churros es, aparte de un
desayuno o una merienda, un acto puramente social. Se suele tomar sentado en las mesas de mármol, si es desayuno se toma como una oportunidad de conversación con el vecino, si es merienda como una reunión planeada. Suele ser el ingrediente secundario del famoso Roscón de Reyes en Navidad, el cual se suele tomar igual que el chocolate con churros, sólo que en vez de mojar el churro se moja una porción del roscón. En algunos países como Cuba (tal como en España a finales del siglo XVIII) se asocia a un alimento servido durante los "banquete velorios".
Lugares
El lugar donde se puede tomar un chocolate con churros es lo que se denomina "churrería", suele ser un local con abundante decoración de
mármol (sobre todo las mesas y el suelo) que recuerda en parte a los años de inicio de siglo XIX o XX, la estructura de estos locales suele ser la típica de antaño: una persona delante de una caja (cajera) recibe la petición del número de raciones de churros, cobra y entrega al cliente un recibo que sirve de justificante para solicitar en la barra el pedido. No se tarda mucho, generalmente en un par de minutos ya se está servido. En algunas churrerías de Madrid debido a la gran afluencia de público existe la costumbre desde antaño de compartir la mesa. El olor de estas churrerías es una extraña mezcla entre la fritura de los churros y el hervir del cacao. En las churrerías puede pedirse también café con leche y churros (otra variante), anís, coñac, etc. Existe la posibilidad de hacer un "take away" y llevarse en un recipiente el chocolate y los churros, algunas de las chocolaterías tradicionales ofrecen ya este servicio.
Las churrerías están abiertas desde muy temprano, su uso popular hacía que los trabajadores de primera hora de la mañana (5:00 o 6:00 de la mañana) pudieran servirse sus desayunos. Hoy en día el concepto ha ido cambiando poco a poco y los jóvenes que trasnochan durante los fines de semana o en las fiestas locales suelen acabar sentados desayunando en estas tempranas churrerías.
El chocolate con churros se sirve también en cualquier
cafetería o terraza. Poco a poco el ritmo rápido de las ciudades va haciendo que se demanden puestos callejeros para servir los churros, de esta forma no es difícil ver cada vez más puestos de este tipo junto a las estaciones de ferrocarril. Algunas empresas de catering a empresas llegan a ofrecer, entre sus múltiples servicios culinarios desayunos con chocolate y churros.



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