EL CLIMA

martes, 5 de abril de 2011

RICARDO DE INGLATERRA




RICARDO DE INGLATERRA

Ricardo I de Inglaterra (n. Palacio de Beaumont, Oxford, 8 de septiembre de 1157 - Châlus, Limousin, Francia, 6 de abril de 1199), conocido como Ricardo Corazón de León, fue Rey de Inglaterra entre 1189 y 1199, siendo el tercer hijo del rey Enrique II de Inglaterra y de Leonor de Aquitania.
En su época, el trovador Bertran de Born lo apodó “Òc e non” (‘sí y no’). Durante su reinado, sólo visitó Inglaterra en dos ocasiones: las correspondientes a sus dos coronaciones. En total, no llegaron a seis los meses que pisó su suelo como rey. Tomó parte en la Tercera Cruzada, con campañas en Sicilia y Chipre en el camino y, posteriormente pasó un período arrestado por Leopoldo V, duque de Austria
Aunque nació en el Palacio de Beaumont, Oxford, en Inglaterra, como la mayor parte de la familia real, era esencialmente francés. Tras el distanciamiento entre sus padres, él permaneció con su madre Leonor y fue investido con el título de duque de Aquitania en 1168 y conde de Poitiers en 1172. Simultáneamente, su hermano mayor, Enrique el Joven, era coronado como "segundo" Rey de Inglaterra, subordinando a su padre.
Fue un hombre con una buena educación, que compuso poesía en francés y en occitano. Se decía que era muy atractivo, con cabello rojizo y rubio, ojos claros y complexión pálida. Aparentemente, tenía una estatura mayor a la del promedio, pero dado que su cuerpo se perdió en la Revolución francesa, no se conoce su estatura exacta. Hacia el fin de su vida tuvo sobrepeso.
Desde temprana edad pareció tener habilidades políticas y militares destacadas y se volvió notorio por su valentía y caballerosidad, combatiendo fuertemente para controlar las rebeliones de los nobles en su propio territorio. Como sus hermanos, Ricardo desafiaba constantemente la autoridad de su padre y su sentido de responsabilidad se volvía cuestionable.
En 1161, su hermano mayor Enrique el Joven fue coronado "segundo rey" o co-rey, siendo además designado Conde de Anjou, como Enrique II (1170-1183), pero los historiadores lo suelen llamar Enrique el Joven, para no confundirlo con su sobrino del mismo nombre, Enrique III de Inglaterra.
En 1173, junto con sus hermanos Enrique el Joven y Godofredo, apoyados por el rey Felipe II de Francia y su madre, Ricardo se sublevó contra su padre, planeando destronarlo y dejar a Enrique el Joven como el único rey de Inglaterra. Una razón de mayor peso para sus desavenencias fue que su prometida, Adela de Francia, acabara como amante de su padre, por lo que era imposible su matrimonio con ella. En este primer enfrentamiento, Enrique II se impone a sus hijos y a Leonor de Aquitania, encerrando a ésta.
Enrique II invadió Aquitania en dos ocasiones. A la edad de 17 años, Ricardo fue el último de sus hermanos en mantenerse en contra de su padre; finalmente, se negó a pelear con él frente a frente y le pidió perdón. En 1174, luego del fin de la revuelta fallida, Ricardo prestó juramento de lealtad a su padre.
Aunque estaba aplacado por el título de Conde de Poitou, Ricardo quería más. Pero Enrique II se rehusaba a confiar a sus hijos ningún recurso que éstos pudieran usar en su contra, por razones obvias.
Luego del fracaso de derrotar a su padre, Ricardo se concentró en sofocar las rebeliones internas de los nobles de Aquitania, especialmente en el territorio de Gascuña. La creciente crueldad de su reinado llevó a una revuelta mayor en 1179. Los rebeldes esperaban destronar a Ricardo y pidieron ayuda a sus hermanos Enrique y Godofredo. El punto de inflexión ocurrió en el Valle de Charente, la primavera de 1179. La fortaleza de Taillebourg estaba extremadamente bien defendida y se consideraba inexpugnable. El castillo estaba rodeado por un acantilado en tres de sus lados y contaba en el cuarto con una pared de tres capas. Ricardo destruyó y saqueó primero las granjas y tierras alrededor de la fortaleza, dejando a sus defensores sin refuerzos o salida. Los habitantes de la fortaleza tenían tanto miedo de Ricardo en ese punto que dejaron la seguridad de su castillo y atacaron a Ricardo fuera de sus murallas. Él fue capaz de subyugar al ejército y luego siguió a los defensores dentro de las puertas abiertas, donde fácilmente tomó el castillo en dos días. Su victoria en Taillebourg disuadió a muchos barones de sus pensamientos de rebelión y los forzó a declararse leales a él. Esto también le valió a Ricardo la reputación de un hábil comandante militar.
En 1181 y 1182, Ricardo hizo frente a una rebelión sobre la sucesión del condado de Angulema. Sus opositores se volvieron a Felipe II de Francia para pedir su apoyo, y la lucha se extendió hacia Limousin y Périgord. Ricardo fue acusado de crueldad (incluyendo la violación) contra sus objetivos: “Él tomó por la fuerza a las señoras, hijas y parientes de sus hombres libres y las hizo sus concubinas. Y luego de haber extinguido el ardor de su lujuria con ellas, echó mano de sus soldados para lo mismo.” Sin embargo, con el apoyo de su padre y de Enrique el Joven tuvo éxito sobre el vizconde Aimar V de Limoges y el conde Elie de Périgord.
Luego de que Ricardo sofocara la rebelión de los barones, volvió a desafiar a su padre por el trono. Entre 1180 y 1183 creció la tensión entre Enrique y Ricardo; como rey, Enrique ordenaba a Ricardo pagarle homenaje a Enrique el Joven, pero Ricardo se negaba. Finalmente, en 1183, Enrique el Joven y Godofredo, duque de Bretaña, invadieron Aquitania en un intento de someter a Ricardo. Los barones de este último se unieron en el fragor y se volvieron en contra de su duque. Sin embargo, el ejército de Ricardo fue capaz de repeler a los ejércitos invasores y ejecutó a los prisioneros. El conflicto tuvo una breve pausa en junio de 1183, cuando murió Enrique el Joven. Pero Enrique II se apresuró a dar permiso a su hijo menor, Juan de Inglaterra, para invadir Aquitania. Con la muerte de Enrique el Joven, Ricardo quedaba como el hermano mayor y heredero de la corona inglesa, pero continuó combatiendo a su padre.
Con objeto de reforzar su posición, Ricardo se alía en 1187 con Felipe II, hijo del ex marido de Leonor, Luis VII de Francia, y de su tercera mujer, Adela de Champaña. Roger de Hoveden escribió:
“El rey de Inglaterra estaba atónito y se preguntaba qué podía significar [esta alianza] y, tomando precauciones para el futuro, con frecuencia enviaba mensajeros a Francia con el propósito de llamar a su hijo Ricardo, quien pretendió inclinarse a su padre y, listo para volver a él, tomó su camino a Chinon y, a pesar de la persona que lo custodiaba, se llevó la mayor parte del tesoro de su padre y con él fortificó sus castillos en Poitou, negándose a ir donde su padre.”


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