EL CLIMA

lunes, 28 de marzo de 2011

HISTORICO Y MUY CURIOSO



TODAVIA SE VEN ALGUNOS EN BS AS


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Cuando el humo de las batallas de la Segunda Guerra Mundial bajó y dejó ver con más claridad las cosas… todo fue desolación.
La mayoría de las economías europeas estaban devastadas, las poblaciones de países como Alemania, Francia e Inglaterra sufrían los peores pesares y las más grandes carencias.
Era necesario renacer. Era imprescindible volver a empezar.

La BMW , que debía despegarse de su imagen asociada al Tercer Reich y a la vez seguir viviendo, decidió que era el momento justo para transformarse en uno de los tantos “Ave Fénix” europeos. El plan era el de volver a producir autos de uso civil. ¿Pero cómo? ¿Cómo debía ser ese auto para que se pueda vender en una sociedad que se debatía entre el hambre, las enfermedades y la miseria?

El auto debía ser pequeño, económico y útil al mismo tiempo.
Por ese entonces (1953 ) los italianos de la empresa ISO presentaban un verdadero suceso, el Isetta , un vehículo tan diminuto como novedoso. Una burbuja casi unipersonal, con una llamativa puerta en el frente del auto y una trocha delantera sensiblemente superior a la trasera.
Raro. Muy raro.

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Luego del éxito descomunal, la BMW adquirió la licencia para fabricarlo en Alemania y en 1955 el mundo supo del Isetta versión germana. Nacía el BMW Isetta.
Y lo reunía todo: tenía el tamaño que habían pensado, consumía tan poco como ellos mismos habían soñado y a la gente le gustaba. Eso era lo principal.

Era como ver a un huevo rodando por las calles. Llamaba mucho la atención y hasta muchas veces eclipsaba a los otros autos que andaban por ahí.
Se ganó, cariñosamente, muchos motes pero de todos el más recordado, el más memorable fue el de “Ratón alemán”.

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Los años pasaron y se llegó a lo impensado: en 1962 se arribó a la marca de 161.728 BMW Isetta producidos.

Pero ese fue el final.

La evolución, no sólo de la industria y los diseños automotrices, sino también la mejora en las economías europeas, llevaron a la gente hacia otro tipo de autos.
Si bien se intentaron cambios, como un modelo de 4 asientos y más largo, llamado 600 y hasta otro modelo que incluía una pequeña casa rodante , la aparición de nuevos autos pequeños y un poco más modernos terminó por darle la estocada final al BMW Isetta.

El nacimiento del Volkswagen Beetle, el Citroën 2CV y hasta el Fiat 600 marcaron el final de los gloriosos días del Isetta alemán, aunque al mismo tiempo ese hecho marcó el nacimiento de una leyenda que llega hasta nuestros días.


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