EL CLIMA

miércoles, 19 de enero de 2011

NERVIO PARA SIMPATICO




El sistema nervioso parasimpático es el que controla las funciones y actos involuntarios. Los nervios que lo integran nacen en el encéfalo, formando parte de los nervios craneales, motor ocular común, facial, glosofaringeo y vago. En la médula espinal se encuentra a nivel de las raíces sacras de S2 a S4.
Se encarga de la producción y el restablecimiento de la energía corporal.
El neurotrasmisor de este sistema en las
neuronas pre y postganglionares es la acetilcolina (neurotransmisor endógeno). Los centros nerviosos que dan origen a las fibras preganglionares del parasimpático están localizados tanto en el encéfalo como en el plexo sacro en la médula espinal. Estas fibras nerviosas se ramifican por el territorio de algunos nervios craneales como el nervio facial o nervio vago o por los nervios pélvicos en el plexo sacro.

La función principal del sistema nervioso parasimpático es la de provocar o mantener un estado corporal de descanso o relajación tras un esfuerzo o para realizar funciones importantes como es la digestión o el acto sexual . Actúa sobre el nivel de estrés del organismo disminuyéndolo. Realiza funciones opuestamente complementarias con respecto al sistema nervioso simpático.
Por tanto el sistema nervioso parasimpático participa en la regulación del
aparato cardiovascular, del aparato digestivo y del aparato genitourinario. Hay tejidos, como el hígado, riñón, páncreas y tiroides, que reciben inervación parasimpática, lo que sugiere que el sistema parasimpático participa en la regulación metabólica, aunque las influencias colinérgicas sobre el metabolismo no están bien conocidas.
Aparato cardiovascular: Los efectos del sistema parasimpático sobre el corazón están mediados por el nervio vago. La acetilcolina disminuye la frecuencia cardiaca y la fuerza de contracción del miocardio por múltiples mecanismos como:
Disminución de la velocidad de despolarización del
nodo sinusal.
Retraso de la conducción de los impulsos a su paso por la musculatura auricular.
Alargamiento del periodo refractario.
Disminución de la velocidad de conducción a través del
nódulo auriculoventricular.
Inhibición de las terminaciones nerviosas del sistema nervioso simpático sobre las fibras miocárdicas.
Aparato gastrointestinal: La inervación parasimpática del intestino discurre por el nervio vago y los nervios sacros de la pelvis. El parasimpático produce:
Aumento del tono de la musculatura lisa gastrointestinal.
Estimulación de la actividad peristáltica.
Relajación de los
esfínteres gastrointestinales.
Estimulación de la secreción exocrina del epitelio glandular.
Aumento de la secreción de
gastrina, secretina e insulina.
Aparato genitourinario: El parasimpático sacro inerva la vejiga urinaria y los genitales. La acetilcolina aumenta el peristaltismo ureteral, contrae el músculo detrusor y relaja el trígono y el esfínter vesical, por lo que su papel es esencial para coordinar la micción.
Aparato respiratorio: Está inervado por fibras parasimpáticas procedentes del vago. La acetilcolina aumenta las secreciones traqueobronquiales y estimula la broncoconstricción.


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