EL BARROCO
El Barroco transcurre bajo los reinados de los tres últimos reyes de la casa de Austria: Felipe III, Felipe IV y Carlos II. Es una época de contrastes: decadencia política y social, por un lado y florecimiento artístico, por otro.
- Temas
Se critica y satiriza sobre la ambición, el poder y el dinero. La brevedad de la vida, vista como un paso rápido hacia la muerte, es otro tema que atormenta a los hombres del Barroco.
- Finalidad
El escritor del Barroco pretende impresionar los sentidos y la inteligencia con estímulos violentos, bien de orden sensorial, sentimental o intelectual. Para lograr lo anterior, recurre a un lenguaje ampuloso y retorcido, que dificulta muchas veces la comprensión.
Culteranismo y conceptismo
El Barroco es una época de contrastes y por esa razón ofrece dos tendencias literarias que se oponen; pero que persiguen el mismo fin: romper el equilibrio clásico.
El culteranismo es una corriente literaria que se basa principalmente en la forma de las palabras; mientras que el conceptismo se basa en el significado o concepto de la palabra.
La poesía -o lírica- barroca es la literatura de corte poético que se produjo durante el Barroco. Como tal, y aunque heredó notables elementos del estilo poético predominante durante el Renacimiento, la poesía barroca innovó en ciertos aspectos y buscó formas de expresión diferentes; todo lo cual la hace particular y digna de estudio.
En general, la poesía barroca fue fiel reflejo de los contrastes, los excesos y las particularidades toda la existencia y el arte barrocos. El principal cambio fue el total abandono de la mesura, la armonía y el equilibrio que habían caracterizado a la literatura renacentista. Lo que ahora se busca es precisamente la ruptura de ese equilibrio, la desestabilización y la influencia directa en los sentimientos de los lectores.
En efecto, los autores barrocos tratan de ser originales y de buscar la admiración y la sorpresa del lector. Utilizan el ingenio tanto en las rimas como en los temas y, sobre todo, en el muy abundante empleo de figuras retóricas y recursos de toda clase. En muchas ocasiones, esto lleva a la existencia de poemas oscuros, de mensajes difíciles de captar a la primera lectura, y de escritura ornamentada y rocambolesca.
A pesar de toda esta innovación en lo referente al objetivo mismo de la poesía, los poetas barrocos no innovaron en exceso en lo que a la métrica y estructura se refiere. Al igual que en el Renacimiento, la poesía sigue dividiéndose entre culta y popular, si bien la tendencia se encamina claramente hacia la unión de ambas corrientes. Italia siguió siendo el referente a la hora de elegir la estructura de los poemas. El soneto italiano fue ganando espacio y se unió a estructuras métricas de origen más popular como los romances, las coplas y las letrillas.
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