EL CLIMA

lunes, 18 de octubre de 2010

TRADICION FAMILIA Y PROPIEDAD.




TRADICION FAMILIA Y PROPIEDAD

Tradición, Familia y Propiedad (TFP) es una agrupación de laicos católicos. Aunque nunca ha habido un pronunciamiento de la Santa Sede sobre ella, su vinculación con grupos muy conservadores de la Iglesia Católica, donde es vista con simpatía, le ha valido el rechazo por sectores liberales y progresistas. Existe variada información sobre ella en internet, pero de diverso valor y credibilidad, teniendo en cuenta lo polémico de sus actuaciones, que ha desatado enfrentamientos apasionados entre sus detractores y sus defensores.
El programa de la organización está basado en la obra programática del Dr. Plinio Correa de Oliveira Revolución y Contra-Revolución, en la que éste sostiene que la cristiandad ha experimentado una marcada decadencia espiritual desde fines del siglo XIV, en que la revolución que lo titula introdujo por primera vez ideas igualitarias en la sociedad, dando fin a la rectitud moral procedente del “espíritu de humildad” que la estructura estratificada de la sociedad medieval proporcionaba.
Entre sus actividades incluyen:
Fundada en São Paulo, Brasil, el 26 de julio de 1960 por los brasileños Plinio Corrêa de Oliveira, Fernando Furquim de Almeida, José Gonzaga de Arruda, Paulo Barros de Ulhôa Cintra, Alberto Luiz Du Plessis, João Sampaio Netto, Giocondo Mário Vita, José Fernando de Camargo, José de Azeredo Santos, José Carlos Castilho de Andrade, Adolpho Lindenberg, Luiz Nazareno Teixeira de Assumpção F°, Fabio Vidigal Xavier da Silveira, entre otros.[1] En la década del cincuenta, su programa estaba centrado en el combate contra el comunismo, especialmente marxista, la defensa del derecho (calificado de “divino”) a la propiedad privada, y la continuidad de las instituciones políticas y familiares tradicionales, en especial las de raigambre hispánica. El movimiento, además, ha sido acusado por sus detractores de practicar un culto secreto a Correa de Oliveira, y su madre, Lucilia Ribeiro Correa de Oliveira, y considerarlos de carácter divino y equivalentes a Jesús y María,[2] llegando a adaptar oraciones católicas tradicionales, como el Ave María: Ave Plinio María, o Ave donna Lucilia.[3] El movimiento oculta y niega esto públicamente, alegando su adherencia irrestricta a la Iglesia Católica y su doctrina. Al parecer, las máximas autoridades eclesiásticas nunca han tomado en serio tales asusaciones.
TFP no ha dejado de señalar, con preocupación para la Iglesia y la sociedad, las posturas de algunos prelados a favor de la Teología de la Liberación y desviaciones congéneres. Estas denuncias le han valido la pública animadversión de algunos funcionarios eclesiásticos, aunque no ha sido posible desmentir ninguna de ellas. Para apreciar el quilate de las quejas de algunos prelados contra TFP, puede verse a título de ejemplo la del 18 de abril de 1985, en que la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB), en un comunicado no firmado, afirmó sin preámbulos ni mayor detalle que por "(el) carácter esotérico, el fanatismo religioso, el culto prestado a su jefe y progenitora", TFP no gozaba de comunión con la iglesia, y exhortó a la feligresía brasileña a no colaborar ni afiliarse a la organización. Pero pocos días después, habiéndose producido la leve sanción por parte de la Santa Sede contra Fray Leonardo Boff, por sus posturas teológicas insostenibles, éste fue apoyado por 17 arzobispos y obispos brasileños, quienes se declararon expresamente “inconformes” con tal "intromisión" del Vaticano en los asuntos de la Iglesia en el Brasil. Contrariamente a lo que normalmente se podría esperar, la CNBB no tuvo ninguna palabra de desaprobación para esos obispos por tan notoria, y, en ese caso, real, “falta de comunión” con S.S. Juan Pablo II.
Durante el transcurso del Concilio Vaticano II, TFP organizó un secretariado para coaligar a los Padres Conciliares, el Coetus Internationalis Patrum, opuestos a las tendencias innovadoras que conllevaban el peligro de la penetración del espíritu laicista en la Iglesia, como las recogidas en la Revista Concilium.
Ya en los años 70, emprendieron campañas contra el marxismo y la Teología de la Liberación en países latinoamericanos como Chile, Argentina, y Brasil. Elemento doctrinariamente relevante de los movimientos TFP es la crítica (según ellos muy documentada) a la infiltración social-comunista en las filas del clero católico, actividad cuyo fundamento teórico sería la afirmación del comunista italiano A. Gramsci, de que no hay que enfrentarse a la Iglesia, sino infiltrarla..[4] En 1999, en Colombia, la guerrilla de las FARCs, afirmó que TFP daba apoyo a los grupos paramilitares.[5]
En la Argentina uno de los fundadores del movimiento fue el militante ultranacionalista Embajador Mario Amadeo del Movimiento Nacionalista Argentino y su dirigente más famoso Cosme Beccar Varela. Al haber denunciado en algún momento supuestas actividades anticatólicas de grupos que identificaban como ligados al sionismo, entre los que citaban la editorial Herder, se les acusó de pertenencia a una probablemente inexistente internacional nacionalsocialista, lo que pudo ser uno de los motivos de la prohibición de la TFP en Venezuela, a finales del siglo XX.
TFP cuenta con filiales en numerosos países de América y en España, Italia y Francia. Emplean, entre otros, los nombres de "Siempreviva", "Sagrada Esclavitud", "Ermitaños de San Benito", Centro Cultural Reconquista (en Portugal), Young Canadians for a Christian Civilization (en Canada), Tradición y Acción por un Perú Mayor (en Perú), Jóvenes Bolivianos pro Civilización Cristiana (en Bolivia), y Acción por un Uruguay Auténtico, Cristiano y Fuerte (en Uruguay), "SOS Familia", "Sociedad Cultural Covadonga" (en España), "Acción Familia" (en Chile), siendo su principal órgano de difusión la revista Catolicismo.

1 comentario:

  1. Para mas detalles recomiendo la lectura de trescarabelasaladeriva.blogspot.com/

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