HISTORIA DEL ÑOQUI
En Italia, el término
gnocchi se usa para señalar a una cantidad de pastas bastante amplia; aunque los más frecuentes son los de papa. Otros son preparados
alla romana, con sémola e incluso harina de maíz del tipo
maicena, existiendo variaciones regionales y locales. Un antecedente de los ñoquis fueron los
zanzarelli (‘mosquitos’) que se preparaban para los banquetes de la
Lombardía renacentista, con una masa en la cual se mezclaban miga de pan, leche y
almendras trituradas. En el
Seicento (siglo XVII) los
zanzarelli sufrieron un leve cambio en el nombre y la preparación. Se les llamó
malfatti (‘mal-hechos’) y en lugar de las almendras y la miga de pan se usaba una masa simple de harina, agua y huevo.
Para cada variedad de
zanzarelli existían por su parte variedades coloreadas, por ejemplo existían los
zanzarelli verdes empastados con
remolacha y
espinaca —predominando para el color verde, la espinaca—, así como los
zanzarelli amarillos realizados con una mixtura de
azafrán y
calabaza. Luego aparecieron los
malfatti blancos empastados con carne de pollo siendo su ingrediente principal la
zanahoria. Los ñoquis son un plato tradicional del noreste italiano que luego se ha difundido a otras regiones. El origen de los ñoquis de papas obedece a un motivo económico ocurrido en la Italia —aún bajo regímenes feudales y semifeudales— durante el
siglo XIX, más precisamente hacia
1880.
Los
signori (señores feudales) solían ser los dueños de los molinos en donde los
contadini (campesinos) molían el
trigo para hacer harina de
frumento (trigo) con la cual preparaban sus pastas, en cierto momento los
signori decidieron aumentar las tasas de los precios que los
contadini pagaban para poder moler el trigo. Ante el repentino encarecimiento de la harina de trigo, los campesinos italianos experimentaron exitosamente con un substituto de la harina: el
puré de patatas.
Usualmente el puré de papas para ñoquis se prepara con añadido de leche e incluso
manteca y una cantidad adecuada de harina de trigo (la mínima suficiente como para asegurar la cohesión del puré durante el hervor), más raramente con huevos. Este puré suele ser realizado con un elemento llamado
prensapuré que hace más homogéneo y fino al puré sin necesidad de añadirle demasiada agua o leche (el puré para los ñoquis debe tener bastante consistencia), luego se hacen con esta «masa-puré» pequeños bollos (
gnocchi) de casi una pulgada (se sabe que los ñoquis poseen la consistencia adecuada si al amasarlos no se pegan en las manos ni en la mesa o mesada ni se desarman en el agua), para facilitar su cocción homogénea en el agua hirviente a la cual deben ser arrojados.
Previamente se les producen unas pequeñas acanaladuras con un tenedor (aunque también existe un pequeño y sencillo instrumento
ad hoc que produce tales acanaladuras al deslizar los bollos por éste). Como se ha indicado, los ñoquis se arrojan en agua hirviente y se retiran —mediante un colador grande— cuando estos flotan en dicha agua. En el área de la
Toscana de
Italia se suele ingerir con queso de
ricota y
espinacas, a esta variante la denominan
strozzapreti, o ‘estrangulador de curas’
El tipo de ñoqui más consumido en el
Cono Sur sudamericano es el de
papa, aunque también se consumen en mucha menor medida los de
maicena e incluso el de
polenta, y en ocasiones se les colorea de verde con
espinaca. Existen recetas aún más complejas, con ingredientes varios (por ejemplo puré de
calabaza) e incluso más refinados (por ejemplo con
langostinos, ñoquis
suflé, etcétera). Casi siempre los ñoquis se consumen al
tuco con el añadido de
queso rallado (tipo
parmesano o
reggiano).
En el
Cono Sur, donde la
cocina italiana es popular, se denominan ñoquis. Es costumbre consumirlos el día 29 de cada mes. La tradición de servir ñoquis los días 29 nace de una leyenda que se remonta al siglo VIII. Vivía entonces en Nicosia (Asia Mayor) un joven médico llamado Pantaleón, quien, tras convertirse al cristianismo, peregrinó por el norte de Italia. Allí practicó milagrosas curaciones por las que fue canonizado. Cierta ocasión en que pidió pan a unos campesinos vénetos, éstos lo invitaron a compartir su pobre mesa. Agradecido, les anunció un año de pesca y cosechas excelentes. La profecía se cumplió y otros muchos milagros. San Pantaleón fue consagrado -a la par de San Marcos- patrono de Venecia. Aquel episodio ocurrió un 29 de julio, por tal razón se recuerda ese día con una comida sencilla representada por los ñoquis. El ritual que lo acompaña de poner dinero bajo el plato simboliza el deseo de nuevas dádivas. Es costumbre dejar un
billete debajo del plato para (por un pensamiento de "
magia contagiosa") poder atraer de esta forma suerte y prosperidad al comensal.
Otra versión mucho más extendida de la historia de por qué se consumen los noquis de forma tradicional el día 29, hace referencia a que esa fecha, al ser uno de los últimos días del mes, las personas de pocos recursos (las que cobran a principios de mes su sueldo) no tenían dinero más que para comer lo que estuviera hecho de las materias primas más baratas. Así es que se consumía el conocido en Argentina como "ñoqui de pobre", hecho a base de harina y huevo, o incluso harina y agua solamente, sin papa. Lo cual también se relacionaría con la costumbre de poner dinero abajo de la mesa, para empezar el mes siguiente con mejores posibilidades económicas
El tipo de ñoqui más consumido en Argentina y Uruguay es el de papa, aunque también se consumen -en mucha menor medida- los de maicena, y en ocasiones se les colorea de verde con espinaca. Existen recetas aún más complejas, con ingredientes varios -por ejemplo puré de calabaza e incluso más refinados, por ejemplo con langostinos; ñoquis "soufflé" (creación de Pedro un ex chef del Plaza Hotel) etc. Casi siempre los ñoquis se consumen al tuco con el añadido de queso rallado (tipo parmesano o tipo reggiano).
En Argentina y Uruguay, donde la cocina italiana es tan popular, se denominan ñoquis. La costumbre hace que se coman el día 29 de cada mes, un día antes de la paga mensual, cuando la gente quizás se encuentra con menos dinero. Y a esta tradición se la denomina los ñoquis del 29.
Es costumbre dejar un billete debajo del plato para (por un pensamiento de "magia contagiosa") poder atraer de esta forma suerte y prosperidad al comensal.
Receta para realizar Ñoquis de Papa
Ñoquis de Papa
Cocine 3 papas medianas (con cáscara), cuando estén bien tiernas escúrralas, pélelas y tamícelas o prénselas con el pisa-papa. Nos quedará una cantidad de puré al que pondremos al lado una cantidad igual (midiendo a ojo) de harina de trigo. Agregaremos a las papas 2 yemas de huevo y 3 cucharadas de queso rallado, 1 de manteca (mantequilla), sal y pimienta negra recién molida y nuez moscada (a gusto). Uniremos todo muy bien formando una pasta que trabajaremos hasta que se nos desprenda bien de las manos. Paso siguiente procedemos a realizar los ñoquis como más nos gusten, ya sea formando rollitos y cortando con un cuchillo luego los pasamos por la maderita o tenedor para dejar las canaletas o bien los dejamos tal cual como pelotitas.
La salsa es también a elección de cada uno, pueden ser solo con un buen aceite de oliva o con oliva, peperonccino (ají picante) y ajo, con oliva y ajo, con manteca (mantequilla) con manteca y salvia, con una salsa blanca (Bechamel), con salsa de tomates (pommodoro) o con salsa rosa (salsa de tomate con crema de leche –nata-), a la bolognesa (salsa de tomate con carne vacuna picada), a la vongole (salsa de tomates con berberechos o almejas), a la putanesca (salsa de tomate con olivas negras, acaparras y anchoas), con frutos de mar (al fruto di mare, con mariscos), con una salsa de hongos, con una crema de langostinos, con una crema de espinacas, etc.
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