PUNTUALIDAD
La puntualidad es la característica de poder terminar una tarea requerida o satisfacer una obligación antes o en un plazo anteriormente señalado.
Hay a menudo una convención de que una pequeña cantidad de retraso es aceptable en circunstancias normales; por lo general, diez o quince minutos en las culturas occidentales. En otras culturas, tales como la sociedad japonesa o en el ejército no existe básicamente ninguna permisividad. No obstante, la puntualidad se considera un signo de consideración hacia las personas que están esperando.
Algunas culturas tienen sobreentendido que los plazos reales son diferentes de plazos indicados. Por ejemplo, en una cultura particular puede ser entendido que la gente llegará una hora de más tarde de lo anunciado. En este caso, puesto que cada uno entiende que una reunión a las 9 am comenzará realmente alrededor de las 10 am, nadie se incomodará cuando todo el mundo aparezca a las 10 am.
En las culturas que valoran puntualidad, retrasarse es equivalente a demostrar desprecio por tiempo de otra persona y se puede considerar un insulto. En tales casos, la puntualidad se puede hacer cumplir por penas sociales, por ejemplo excluyendo enteramente a los que llegan más tarde de las reuniones.
En muchas situaciones el requisito para la puntualidad es asimétrico. Por ejemplo, en la clínica de un doctor o el aeropuerto, se espera que se llegue a la hora para la cita o lo pierdan. Sin embargo, pueden estar esperando los pacientes un rato antes de que puedan ver al doctor o subir al avión sin especificar la causa. Esto puede entenderse como una demostración del valor relativo del tiempo del cliente y el proveedor, cuyo exacto valor se puede determinar por una combinación de la teoría de colas y de la teoría de los juegos.
Si el valor relativo fuera diferente, sería fácil reducir tiempos de espera proporcionando doctores o aviones adicionales, y sub-utilizándolos, incrementando el costo del precio del recorrido o del tratamiento médico proporcionalmente. Esto se puede ver en el comportamiento del rico, que puede permitirse tener aviones privados y emplear doctores que los visiten, más que viceversa y en el caso extremo del multimillonario, que tiene sus propios médicos personales y aviones y equipos de vuelo privados dedicados que esperen exclusivamente sus necesidades.:)
La puntualidad en el puesto de trabajo es una obligación del trabajador respecto a su empleador. Así lo recoge la legislación laboral en la mayoría de los países civilizados estableciendo como causa de incumplimiento contractual la reincidencia en comportamientos de impuntualidad. Así en el Estatuto de los trabajadores español, se cita como incumplimiento de contrato las faltas injustificadas y repetidas de asistencia o puntualidad en el trabajo (Art. 54).[4] En muchos convenios laborales, se recogen frases que especifican esta normativa, del tipo se considerarán faltas de carácter leve tres faltas de puntualidad durante un mes sin que exista causa justificada. El número de exacto de minutos de retraso que se alcanzan la consideración de falta por impuntualidad es, no obstante, un tema controvertido y sujeto a interpretación subjetiva.
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