EL CLIMA

viernes, 30 de julio de 2010

LA NUEVA CARAVANA









Ser delicados aun en los tiempos en los que vivimos, no es imposible, en la

nueva caravana creemos en el romanticismo, en la caballerosidad y en el

buen gusto, asi como tambien, en un espiritu firme y en la templanza

necesaria en el caso de que haya que aplicar alguna mano mas severa,

de todos modos entendemos que la delicadeza, es un gesto que jamas se

debe abandonar, y no hace falta tener modales refinados en el caso del

varon, a veces con una actitud de cubrir al otro, o de tanto en tanto

tener en cuenta lo que le gusta y complacerlo, sera suficiente.

Que tengas un excelente comienzo de finde amado lector, besooos LC.


Delicadeza: Conocer lo real es padecerlo, no apropiarcelo. En este proceso, el sujeto, no capta al objeto, sino que se abandona en él. Solo así puede superar el nivel instrumental de su propio conocimiento. Deslizando el predominio del paradigma gnoseológico hacia los terrenos de la Ética.

Delicadeza: ( De delicado < lat. delicatus ) 1. Finura. 2. Atención y miramiento con las personas o cosas. 3. Cortesía. 4. Sensibilidad. 5. Apacibilidad. 6. Escrupulosidad.

La delicadeza es exilio sin nostalgia. Es bordear aquello que antes se dominaba con la pura mirada.

La delicadeza es una pausa.

Mantener la distancia es no perder el ritmo.

No hay caída, solo deslizamiento. Fluir. Un movimiento que no es literalmente un transaladarse de un lado a otro, sino un vaiven rítmico. Aceptar y ceder espacio.

La delicadeza es disposición a la escucha. Después de haber hecho un gesto de complicidad con las cosas, dejar que ellas, aún las mas banales, se expresen por sí mismas. Oir responder a las cosas sobre aquello que no tiene respuesta.

Su canto es una rapsodia a varias voces. Proveninte del vacío, se ofrece sólo como una sensación, como un vago y lejano percibir. No dice nada y, sin embargo canta para nosotros en un lenguaje a la par repleto de sentido y privado de significado. En el piadoso lenguaje del destino mas allá de la tragedia.

La delicadeza es pudor.

La distancia crítica, el ponerse fuera de las cosas, con el punto de vista del pensador externo siempre es impúdico.

La delicadeza es otro slogan provisional: ¡ Que el haber perdido el punto de referencia luminoso, único, y estable que nos guiaba no nos deje paralizados !

Retroceder hacia la zona de sombra. Perseguir a la experiencia. Extraviarse. Huir por un sendero ensombrecido. Tratar de mantenernos alejados de la delirante razón que nos persigue.

La delicadeza vaga.

Como toda experiencia, como todo experimento, la delicadeza no puede equipararse a un objeto del conocimiento, no tiene un significado, sino que comporta un distanciamiento, una transfiguración, una retórica, un juego narrativo.

La delicadeza es un riesgo.

Desmantelar el yo pleno que creemos y queremos ser. Abrir en él un vacío habitable. Reconocernos en la narración a varias voces de nuestra experiencia subjetiva.

Tener piedad por el pasado. Devoción por los monumentos. Respeto por las huellas.

La delicadez es laica, tolerante y plural. No es verdad. No se sabe y tampoco se puede creer en ella. La delicadeza es débil, porque si fuera fuerte, llevaría al escepticismo, al relativismo y el nihilismo. La delicadeza es débil, porque su fuerza es patológica y autodestructiva.

La delicadeza es una afirmación desconcertante que nada explica, pero que colma al ambiente de atractivo y de misterio.

La delicadeza se repite. Es un evento.

La delicadeza se rememora.

Enviar. Transmitir. Deformar. Retomar. Motivar el llamado a la correspondencia.


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