LA NUEVA CARAVANA
El respeto a los ancianos es otro de los pilares societarios y familiares, el cual, a nuestro juicio,
debe ser practicado como una norma, asi que si tienes ancianos en tu familia, vecindad o barrio, saludales con respeto, querelos, ayudalos, y hace algo por ellos, pensa que ellos lo hicieron primero por vos y muchas de las cosas que disfrutas hoy en dia, fueron construidas por sus propias manos
besooos LC.
En tu barrio, en tu familia y probablemente en tu propia casa, convives con personas de la tercera edad a quienes debes respetar, brindar cariño y tener en cuenta para todo lo que tenga relación directa con ellos. |
Maneras de querer
La vejez es una condición a la que muy probablemente llegarás algún día y, por lo tanto, debes tratar a todos los ancianos con los que te relacionas, de la misma manera como quisieras que lo hicieran contigo en su debido momento.
Tu pareja, tus hijos y obviamente tú, tienen a su alcance formas sencillas de expresar a estos seres adorables, el cariño e inmenso respeto que sienten por ellos. Hacerlo es muy sencillo; basta con dedicarles unos minutitos, escucharles sus historias, leerles un cuento o algunas páginas de su libro preferido, acompañarlos a escuchar ese disco que tantos recuerdos les trae o disfrutar juntos de una partida de ajedrez o de dominó.
Respeto ante todo
No importa si el abuelito que vive contigo es sordo, ha perdido el sentido de la vista o prácticamente se ha quedado sin memoria. Más allá de sus capacidades físicas o mentales, es una persona que se merece todo el respeto del mundo y no es justo que sea tratado con desprecio o indiferencia.
Aunque probablemente no se entere de que tú eres quien lo está acariciando o preocupándose por su bienestar, desde que lo estés haciendo con amor y mucha ternura, le estarás garantizando tranquilidad, compañía y una seguridad tremenda. No esperes hacer algo sólo para que los demás lo noten; hazlo porque te nace desde lo más profundo de tu corazón y quieres extenderle tu mano a quien lo necesite.
Actitudes amorosas
A los ancianos les encanta que los acompañen, que les conversen, que los hagan sentir vivos y felices. Promueve entre los miembros de tu familia el hecho de tenerlos en cuenta para todo, evitando cometer el error de pisotear sus derechos sólo porque ya están viejitos y no son productivos.
Es importante que les tengan paciencia, que no les griten, que los ayuden cuando lo necesiten, que los abracen, que no los traten con desprecio ni con indiferencia; en conclusión, que los consideren tan dignos y merecedores de vivir como lo es el de quince, veinte ó 45 años.
Cuidado con las palabras
Es probable que todos en casa estén de acuerdo con que hay que mantener a los ancianos en unas condiciones físicas favorables, es decir, que tenga su cama, su alimentación a tiempo, su ropa limpia, en fin; pero más allá de todas estas comodidades, es importante que se les hable con dignidad.
El maltrato verbal es tan dañino como el físico y no hay derecho de que se culpe al anciano por su estado de salud. Resulta más común de lo que te imaginas el hecho de que se insulte a estos seres tan especiales porque no fueron capaces de controlar sus esfínteres, porque olvidaron algo o porque no pueden caminar un poco más rápido. Procura erradicar de tu casa y de toda tu familia, este tipo de violencia tan denigrante.
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