CALLOS
Los callos en los pies se forman por el engorsamiento de la piel a causa del exceso de fricción, donde generalmente aparecen por el uso de calzado inadecuado.
Esta reacción cutánea es sumamente molesta y dolorosa, la cual se presenta mayoritariamente sobre las articulaciones de los dedos o entre ellos, pudiendo medir hasta 2,5 centímetros de largo y en general son de color “amarillento”.
Básicamente los callos en los pies son el endurecimiento de la piel y la capa cornea, a causa de la molestia que genera la fricción.
Los que se denominan comúnmente como callos duros, son aquellos en los que la capa de piel se encuentra más afectada, los que en general se encuentran en los dedos de los pies; mientras que los suaves se ubican entre los dedos.
La aparición de callos en los pies no siempre es por el uso de calzado incómodo, hay veces que responden a una mala postura al caminar por inconvenientes en la columna o en la pelvis, lo que se puede corregir con la implementación de plantales.
Los plantales o almohadillas son sumamente recomendables, ya que hacen que el pie se encuentre más cómodo y protegen de un modo efectivo el contacto directo.
Una alternativa provisoria puede ser colocar algodones en la zona de los callos para evitar el roce.
Algo que sucede de modo muy común es que las personas intenten eliminar los callos de los pies con un corte de la zona afectada, esto es sumamente peligroso ya que puede generar infecciones graves e incluso una posible hemorragia.
Aquellas personas que padecen diabetes o circulación sanguínea deficiente deben cuidarse de los callos en los pies, ya que debajo de ellos se pueden contraer infecciones que deriven en inconvenientes mayores.
Para las callosidades ubicadas entre lo dedos se deben colocar separadores entre ellos para evitar el roce, por lo que se recomienda el uso de algodones, talco o polvo de bebés para absorber la humedad.
Es importante comprar siempre calzado que sea cómodo y que permita que el pie pueda respirar, por lo que se debe procurar que el material sea flexible y ventilado.
Otro aspecto a tener en cuenta es no usar todos los días el mismo calzado, es importante dar descanso al zapato para que el pie no se acostumbre sólo a él y para poder ventilarlo de un modo adecuado.
La primera medida es mantener la zona siempre bien higienizada y seca, por lo que las cremas hidratantes son una buena idea para luego de bañarse. Algunos productos de comprobada eficacia para los callos en los pies son: Existen algunos remedios caseros tales como:
- pomadas con lanolina
- gel en base a aloe
- Hidroterapia
- Inmersión en agua caliente con sales de Epsom.
- Frotarse levemente con una piedra pómez y luego pasar una cebolla cortada al medio.
- Colocar un diente de ajo machacado y cubrir con una tela durante un rato todos los días.
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