EL CLIMA

domingo, 21 de marzo de 2010

RELAJANTES






RELAJANTES

Tras una larga jornada laboral, el mejor modo de tonificar cuerpo y mente es un buen baño aromatizado con sales de baño. Y si además, las sales las hemos elaborado nosotros mismos, la sensación de satisfacción será mucho mayor. Las sales de baño suponen decoración, aromaterapia, y baños terapéuticos y reparadores. ¿A qué estás esperando para ponerte manos a la obra?
Para empezar deberás hacerte con sal normal o gorda en una cantidad que puedas envasar. Pon la sal en los recipientes que vayas a usar para calcular la cantidad que necesitas sin desperdiciar nada. También has de comprar colorante de uso cosmético, esencias para jabón (que puedes encontrar en tiendas especializadas en aromaterapia), un recipiente para mezclas, unos tarros de vidrio o bolsas para conservar las sales, y una cuchara para mezclar, mejor si es de acero inoxidable.
Proceso de elaboraciónPonemos la sal en un recipiente y añadimos los colorantes, poco a poco, hasta dar con el tono deseado. Después incorporamos las esencias, mezclamos bien e impregnamos sobre todas las sales. Dejar unos minutos que la mezcla coja el aroma y comprobar si el olor es el adecuado a nuestros gustos.
También podemos escoger aceites esenciales de aromaterapia para perfumar las sales. Con esta opción conseguiremos, no sólo sales relajantes, sino terapéuticas para nuestro cuerpo dependiendo de los aromas elegidos. Evitar en todo momento empapar las sales; éstas deben estar secas antes de envasarlas. A la hora de ponerlas en un recipiente, escogeremos frascos de vidrio vistosos que nos sirvan para conservar las sales y, a su vez, decoren el cuarto de baño. Podemos usar asimismo bolsas de celofán, siempre y cuando éste sea lo suficientemente grueso. Si es necesario, utilizaremos dos.
También podemos jugar con esta mezcla tan sencilla y conseguir sales de baño mucho más sofisticadas. Por ejemplo, podemos conseguir sales efervescentes únicamente añadiendo a la base una parte de bicarbonato y otra de ácido cítrico previamente mezcladas. Con ellas logramos preparar la piel para la acción de otros bálsamos y aceites esenciales que contengan las sales.
Recuerda que la sal marina es la mejor para hacer sales de baño por sus propiedades medicinales. Puedes añadir pétalos de flores y otros elementos vegetales aromáticos que casen bien con la esencia de las sales. Y no olvides tener cuidado con los aceites y perfumes, porque si son muy puros pueden resultar irritantes para la piel.
Las aplicaciones de algunos aceites esenciales
Árbol de té: antiviral, regenerador y adecuado en casos depresivos. Reparador aplicado en pies y piernas.
Azahar: calmante, regulador del sistema nervioso, antiséptico, equilibra la piel y mejora el sueño.
Eucalipto: expectorante. Eficaz en estados catarrales.
Hoja de naranjo: equilibra la circulación y el sistema nervioso. Mejora los trastornos del sueño y los problemas de corazón.
Incienso: relajante. Eficaz para personas con problemas de insomnio.
Lavanda: calmante muscular, beneficioso para el sistema circulatorio y la celulitis. Regenera las células y es eficaz para calmar quemaduras.
Limón: protege el organismo, elimina toxinas, activa el sistema nervioso y estimula los sentidos.
Sándalo: eficaz para la piel y para evitar las arrugas. Expectorante.
Zanahoria: nutritiva y muy buena para la piel. Regeneradora, depurativa y buena para el sistema digestivo.

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