EL CLIMA

lunes, 22 de febrero de 2010

PECOSOS PECOSOS

¿Por qué algunas personas tienen pecas?
Si usted tiene pecas se lo debe a sus antepasados, pues con seguridad es un rasgo hereditario. Se manifiestan en la infancia, o si le van a salir, casi todas aparecen a la edad de 20 años. Algunas pecas se forman en la edad adulta, especialmente si la persona se expone con frecuencia al sol, aunque estas manchas no son tan notorias como las normales.
Que sirva de consuelo saber que las pecas, según parece, no causan daño, y en muchos casos añaden un toque de gracia al rostro. Son más comunes en individuos rubios o pelirrojos y siempre se notan más después de haberse expuesto al sol durante largo tiempo.
En un gran número de personas, la luz del sol aumenta la producción de melanina, el pigmento que broncea y protege nuestra piel. Algunas personas de tez clara y muchas de cabello rojo no se broncean con el sol. Sus células pigmentarias no responden al estímulo de la luz o lo hacen muy levemente. En lugar de producir un bronceado parejo, el pigmento se aglutina en pequeños puntos oscuros. Aunque las pecas en sí no son nocivas, la gente que las tiene debe ser sumamente cuidadosa al asolearse; nunca deben hacerlo sin un sombrero y la protección de filtros solares para evitar sufrir quemaduras.
¿Por qué los adolescentes sufren acné?
Pocas personas en su adolescencia se libran de los desfigurantes barros y puntos negros conocidos como acné. Debido a que siempre afectan el rostro, dan la impresión de ser más graves de lo que en realidad son. Aunque no sirva de consuelo, el problema suele desaparecer en la edad adulta. No obstante, algunas personas lo padecen toda la vida.
El acné es compañero de la pubertad, cuando un aumento en la actividad hormonal ocasiona que las glándulas sebáceas, situadas en la base de los folículos pilosos, secreten más grasa. Ésa es la razón por la cual el acné afecta cara, frente, hombros y espalda, zonas con un alto número de glándulas sebáceas.
El aceite humectante, o grasa, normalmente fluye con suavidad hacia la piel a través de los poros. En ocasiones, los poros quedan obstruidos ya sea por suciedad o porque las glándulas sebáceas producen demasiada grasa. La proliferación de bacterias con frecuencia causa la inflamación del lugar.
Aunque con el tiempo suele desaparecer el acné, algunos hábitos prácticos pueden controlarlo y favorecer su curación. Lavarse, no más de dos veces al día, evitará que se extienda; asolearse con prudencia resulta benéfico. A veces los médicos tratan casos severos con antibióticos o con fármacos a base de retinol. Estos medicamentos causan irritación y descamación de la piel, que dura unas seis semanas; las células muertas al caer permiten que el poro se abra, aliviando el acné severo. Todo medicamento para este fin debe usarse con sumo cuidado.

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